Río de Janeiro, 2 de febrero AFP. Brasil está envuelto este fin de semana por el frenesí del carnaval, que llega regado de un coctel de dinero, muchos brillantes, sufridas dietas y siliconas, además de buena dosis de frivolidad y sexo.
Todo vale a la hora de presentarse en el carnaval brasileño, que tiene sus principales focos en Bahía, Pernambuco (noreste), Río de Janeiro y Sao Paulo, con repercusión mediática mayúscula que obliga a muchos participantes famosos a pulir sus figuras.
Las más dedicadas a la “misión carnaval” son, por supuesto, las mujeres, por la asociación ineludible de carnaval-belleza-sensualidad.
Por ello, durante meses se someten a preparación física intensa, dietas y casi son una obligación las cirugías estéticas, prótesis de siliconas y botox. La venta de maquillajes y otros cosméticos se dispara en esta época.
Casi al paroxismo llegó la actriz Angela Bismarchi, quien además de prótesis de 400 mililitros en sus senos, decidió someterse a su cirugía número 40, y dejó sus ojos con estilo oriental para el desfile de la Porto da Pedra, en Río, cuyo tema es los 100 años de inmigración nipona a Brasil.
Secretos de belleza al descubierto
Claudinho Moreira, maquillista de estrellas desde hace 15 años en el Sambódromo de Río, admitió que la mayoría de las musas pasa por retoques adicionales.
La salvación de las féminas mediáticas es una crema para tapar la celulitis o las manchas, y así evitar puntos en contra en una ciudad donde la televisión dicta los parámetros estéticos y donde la apariencia manda.
“Cualquier mujer puede desfilar tranquila (con la crema), pues resiste bien el sudor o la lluvia”, explicó Moreira. Para disimular más, todas tienen el cuerpo bañado en brillantes purpurinas.
Hasta la hija del ministro de Economía, Marina Mantega, quien ya posó semidesnuda para una revista masculina, lucirá sus siliconas de 265 mililitros al desfilar por dos escolas de Río.
El avistamiento de famosos es uno de los deportes preferidos durante el carnaval. Muchos participan en escolas, principalmente como destaques o reinas de batería.
No es nada difícil encontrar innumerables artistas y actores, sobre todo de telenovelas.
Buena parte disfruta de camarotes de grandes empresas dotados de aire acondicionado, bar, grandes sillones y pantallas de plasma.
Sus modelitos tampoco son para cualquiera. Por ejemplo, la morena actriz Sheron Menezes desfilará con un atuendo de plumas y cristales Swarovski que cuesta unos 17 mil dólares.
Otras figuras tradicionales, como los músicos Caetano Veloso y el ministro de Cultura, Gilberto Gil, participarán en el carnaval de Bahía.
Gil no es el único jerarca carnavalero, pues también el frenesí alcanza a muchos gobernadores, alcaldes y legisladores.
El carnaval en dólares
El movimiento de dinero es muy alto durante carnaval. Solamente a Sao Paulo le dejará unos 25 millones y medio de dólares. En el caso de Río la fiesta del Sambódromo la recaudación total llegaría a unos 57 millones de dólares, según estimaciones periodísticas.
Las “fantasías” (disfraces) oficiales de las escolas distan de ser populares: en Río, por una simple de la tradicional Mangueira o de la campeona Beija Flor deben pagarse 400 dólares.
El sexo insinuante es otro ingrediente siempre presente. La última polémica fue la reacción de la Iglesia y su reclamo judicial por la campaña preventiva del gobierno que entregará gratuitamente cerca de 20 millones de preservativos.
La disputa se profundizó cuando la alcaldía de Recife anunció que entregaría la píldora del día siguiente como contraceptivo de urgencia.
A diferencia de Bahía, en Pernambuco el gobierno anunció mayores controles y multas para infracciones, como el extendido “robo de besos”, que muchos practican con cualquier desconocido que circule por las calles durante las fiestas.
Hasta la famosa cantante bahiana Ivete Sangalo, la artista que más discos vendió en Brasil en 2007, y que predomina en anuncios de cerveza y cosméticos, echó brasa al caliente clima.
El jueves, en pleno desfile, Sangalo, quien también luce orgullosa sus prótesis, bailó sensualmente sacudiendo su bum bum (trasero) y se manifestó “carente” de amor, e instó al público a besarse.
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