CLAUDIA SEGURA. MILENIO | Si bien desde el siglo XVIII ya existían impresos que se avocaban a la caricatura política y a expresar una editorial crítica acerca de los gobernantes, en la radio la caricaturización de políticos y de los hechos informativos no ha tomado forma como programas específicos, sino hasta que la carpa y los actores como Chaf y Kely, Héctor Lechuga, Víctor Trujillo -Brozo-, Andrés Bustamante y claro, Fernando Rivera Calderón, han hecho programas de información editorial que se basan en el humor y la caricatura política oral. Hace algunas décadas con Barriendo la noticia o Café de grillos y ahora Todos a la grilla, Héctor Lechuga ha sido quizá el cómico editorialista en la radio que más ha producido noticiarios con base en el humor político.
El mañanero con Víctor Trujillo, El Güiri-Güiri de Andrés Bustamante, La hora nacional que condujo Ausencio Cruz y los recientes El Weso, La chuleta y Duro y a la cabeza son muestra de que los mexicanos tendemos naturalmente a reírnos de las desgracias, a manejar las noticias en el terreno superfluo mejor que en lo adusto del noticiario común, cosa que lo he dicho mucho, no puede ser una temática temporal muy prolongada en la radio ni en la televisión, pues lo trivial de cotorrear la noticia sirve para salir de una crisis social, pero cansa y desgasta si esta crisis es ya lo cotidiano para la sociedad, hay noticieros que se han tornado irónicos, se mofan de todo y parecen ser también ‘showman’ del humor, tal es el caso de Eduardo Ruiz Healy, quien ya hace las veces de editor de color ante las incongruencias de sentido en las que vivimos a diario en México, con lo que hay que reconocerle sus 14 años de aplicar aquello que versa: “Entre chiste y broma, la verdad se asoma”.
MONITOREO: LA RESPONSABILIDAD CORRESPONDE A SUS AUTORES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario