jueves, 1 de noviembre de 2007
Cine en el cementerio
MÉXICO (AFP) - Una familia se acomoda para ver 'Los otros', una película de terror con Nicole Kidman, una pareja busca un lugar para darse arrumacos; nada especial para una función de cine, salvo que fue exhibida en un cementerio de la capital mexicana, donde los rezagados se acomodaron sin inmutarse sobre las tumbas.
"Lidia Derats, 3 VIII 1933-9 XII 1997 Tu sonrisa y tu bondad estará siempre en nuestro recuerdo. Tu esposo e hijos", reza la leyenda en una lápida en el cementerio de Tlalpan, sur de la capital de México, donde se sentó una pareja que llegó demorada a la función, cargando un recipiente de café y una enorme bolsa de maíz inflado.
Disfrutan de la función como el resto de los 300 asistentes al inédito espectáculo que lograron ubicarse en las sillas colocadas bajo un toldo improvisado sobre el camino central, a cuyos costados se encuentran bóvedas familiares y tumbas, con la pantalla instalada al frente sobre la pared del crematorio.
Ni la noche cerrada y fría, ni los gritos y el suspense de la película amilanaron a padres con niños, ancianos y adolescentes en el comienzo de un ciclo de filmes de terror que se exhiben en el cementerio de Tlalpan, en coincidencia con el día de muertos, el 2 de noviembre.
A unos metros, una pareja ha perdido todo interés en la película de Alejandro Amenábar y está plenamente dedicada a las caricias y los besos en la puerta de entrada de la bóveda de la familia García Giménez, mientras unos niños juegan con un perro acostado en otra lápida.
"Quería ver algo que me asuste. No es algo natural, pero sí muy divertido. Yo no tengo ningún familiar sepultado aquí, aunque no me molestaría si se hiciera un espectáculo donde esté enterrado algún familiar, pero no iría", dice a la AFP Adriana Cortéz, de 25 años, quien de pie no quiere perderse detalle de la actuación de Nicole Kidman, su actriz preferida.
La particular relación de los mexicanos con sus muertos, que se reproduce todos los años con masivas visitas a los cementerios para dejar ofrendas, comidas o enseres que fueron de su gusto en vida, explica la idea del peculiar ciclo que continuará con filmes como 'El Santo vs las bestias del terror' o el clásico 'El fantasma de la Ópera'.
"Nos gusta este sincretismo entre las culturas precolombina e hispana. No es que nos reímos de la muerte, más bien es hasta cierto punto una irreverencia. De algún modo, es probar qué es lo que puede pasar con el miedo", dijo Héctor Illanes, responsable del ciclo, a la AFP. Illanes comentó que antes de anunciar la iniciativa los organizadores le pidieron permiso a los familiares de los sepultados en el cementerio y "a ellos la idea les pareció bastante divertida".
La original iniciativa tal vez sería impensada en cualquier otro país latinoamericano, donde el culto a los muertos está básicamente asociado al hecho trágico de la pérdida, aunque para el antropólogo y escritor Claudio Lonmitz existieron "puntos en común" en la etapa precolombina.
"El concepto de que existe una peculiaridad mexicana en la muerte es relativamente nueva. La diferencia es que en México el intento, sobre todo de la Iglesia, para modernizar esa celebración, para eliminar la pompa, fue un fracaso total", sostuvo Lonmitz, quien acaba de publicar su libro 'Idea de la muerte en México'. Agregó que "los intentos por quitar estas tradiciones, vistas como arcaicas incluso por la Iglesia, fracasan estrepitosamente en México, pero sí tuvieron éxito en (el resto de) América Latina".
"Yo le tengo más miedo a los vivos que a los muertos. Los vivos te roban, te maltratan", dijo sin quitar la vista de la película Andrea Noborrón, quien a sus 14 años ya ha incorporado plenamente el 'concepto mexicano' sobre los muertos.
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