lunes, 12 de octubre de 2009

Café Literario "Julio Cortázar"

Como un homenaje al más grande de los cronopios, el Café Literario abre sus puertas en la 9ª Feria Internacional del Libro cuya sede es el Zócalo de la Ciudad de México.

Charlas con autores, tertulias, conferencias, presentaciones de libros y mesas redondas, las preguntas están dadas: ¿cómo fomentar la lectura en el mundo contemporáneo, donde los libros muchas veces parecen objetos distantes que poco ofrecen ante los medios masivos de información y entretenimiento?, ¿qué hacer con la lectura en tiempos de Internet?, ¿cuál es el nuevo soporte de los libros ante el avance tecnológico de la época actual? Editores, escritores y promotores culturales que han realizado distintas actividades y programas para el fomento a la lectura buscarán respuestas a estas preguntas y, de seguro, plantearan otras.

La narrativa contemporánea, sus temas, sus autores… Daniel Sada, Mónica Lavín, Francisco Pérez Arce, Juan Villoro…, estarán en el café literario con sus novedades editoriales.

La tertulia es una vieja práctica donde los convocados charlan frente a una taza de café… Temas en esta feria del libro, sobran…: la historia, nuestras ciudades, la ciencia ficción en un mundo al que el peor de los futuros ya alcanzó, la literatura de género negro, policíaca.

Los escritores con cita en el café, bien dispuestos a esa tertulia que en el mejor de los casos desata polémica, son Mario Delgado, Rosa Beltrán, Eduardo Antonio Parra, Eduardo Heras León, Generado Porcado, Guillermo Saccomano, Nahum Montt, Gerard Segura…

Pocos placeres como la charla en un café y frente a una taza de café, Humberto Musacchio y Guadalupe Loeza, Gerardo de la Torre con Eduardo Heras León…, plática abierta al público, hablemos de literatura…, y mucho más…

Al cronopio mayor vale recordarlo con su obra, leer sus textos, tal vez cuentos como “El perseguidor” y “Autopista del sur”. Aquí, los invitados en homenaje a Cortázar son autores a quienes la obra de este gigante los marcó para siempre sembrándoles la vocación literaria, invitándolos al sentido del humor, o los convenció de que la literatura, como el amor, están siempre muy cerca y muy dentro de nosotros.

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