Por Karina Ortega
Al llegar el 31 de diciembre de cada año no hay mejor ejercicio que recordar el primer día del año, que por cierto esta terminando, tan paradójico como todo en la vida; recordar nuestros propósitos, planes de vida, ilusiones y recordar cuantas llevamos a la realidad y cuantas otras nos llegaron sin esperarlas, personas que hace un año no figuraban en nuestra vida y que son ò fueron importantes en este.
Cambios pequeños, grandes y medianos que la final del año nos hacen diferentes, más fuertes con más experiencias y aprendizajes que harán más rica nuestra vida, pues los mejores tesoros de la vida se encuentran en las experiencias y los recuerdos.
Ilusiones, amores que llegaron y se fueron, otros que se quedaron… A pesar de los pesares todo tiene un sentido, un porque y para que, lo cual es divertido (la sal y pimienta de la vida), hay que descubrir cosas nuevas todos los días, pero lo mas importante es descubrirnos a nosotros mismos.
Les deseo a todos un 2008 lleno de trabajo y mucha salud, de lo demás (el amor) se encargan ustedes.
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