jueves, 6 de septiembre de 2007

Más allá de los teatros de ópera

Jueves 6 de septiembre, 07:39 AM

PARÍS (AFP)
- El tenor italiano Luciano Pavarotti, fallecido este jueves en su ciudad natal de Módena, hizo llegar su voz más allá de los escenarios de ópera y popularizó su arte en estadios abarrotados, con sus colegas españoles Plácido Domingo y José Carreras, o a dúo con artistas como James Brown y Sting.




"He abierto las puertas de la música a todo el mundo. Mi voz hace feliz a la gente, ése es mi orgullo y mi responsabilidad", explicaba el tenor, que se propuso "democratizar" el canto. Invitado a los teatros más prestigiosos del mundo desde el comienzo de su carrera en 1961, este tenor nativo de Módena (centro de Italia) se hizo aún más conocido en 1990 al actuar en Roma con los Domingo y Carreras en la apertura del Mundial de fútbol de Italia.


Más de veinte minutos de aplausos de los 6.000 espectadores presentes en las Termas de Caracalla de Roma saludaron ese primer concierto de los "Tres Tenores", que luego repetirían la experiencia en Los Angeles durante el Mundial de 1994 de EEUU. En la cumbre de su popularidad, el trío volvió a actuar en numerosas ocasiones por todo el mundo, atrayendo a las masas en los mundiales de fútbol de Francia en 1998 y de Japón en 2002.


Los organizadores estiman que esos conciertos fueron seguidos, cada vez, por 1.300 millones de telespectadores en todo el mundo. Los álbumes grabados a partir de estos dos primeros conciertos alcanzaron un récord de ventas con unos 23 millones de ejemplares. Pavarotti fue un solista capaz de ganarse a 500.000 espectadores, como en el concierto dado en el Central Park de Nueva York en junio de 1993.


Pero no sólo. El tenor italiano rompió la imagen del cantante lírico al actuar en dúos inéditos con estrellas del rock, del pop y del soul. James Brown, Sting, Bono, Zucchero, Stevie Wonder y Elton John son así algunos de los artistas que desde 1993 han participado en el concierto anual de "Pavarotti y sus amigos", una incitativa del cantante con fines caritativos.


"Aunque me cueste cantar su repertorio y a ellos les resulte extrañísimo cantar junto a una voz de ópera, me ha encantado abrirme a este mundo", decía el tenor italiano. Sus detractores no perdieron la ocasión de criticar sus megaconciertos con estrellas de otros géneros musicales. Pero Pavarotti no hizo caso de ellos y guardó intactas sus ganas de "superarse y tomar riesgos".


Tanto en trío como en las actuaciones "Pavarotti y sus amigos" o de solista, los conciertos del tenor italiano reunieron a millones de asistentes y telespectadores y propiciaron la venta de unos 100 millones de discos, un récord en la música clásica.

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