domingo, 5 de agosto de 2007

El cine llora gran perdida

La muerte de Michelangelo Antonioni ocurrió el mismo día en el que falleció el gran maestro sueco Ingmar Bergman y deja el cine huérfano de dos de sus principales creadores.


Bergman

Roma. El cine mundial, que lloró el lunes la muerte del director sueco Ingmar Bergman, perdió a otro gran maestro, el italiano Michelangelo Antonioni, el llamado genio de la incomunicabilidad, quien marcó la historia del cine con filmes como Blow up, Desierto rojo y Zabriskie Point.




Antonioni, ícono del cine introspectivo, quien desde mediados de los años 80 estaba paralizado en una silla de ruedas por un derrame cerebral, murió el lunes en la noche a los 94 años en su residencia de Roma, rodeado por sus familiares más cercanos.

"Murió apaciblemente, en su sillón, al lado de su esposa Enrica Fico", reportó la prensa italiana.

La capilla ardiente será instalada el miércoles en la sala de la Promoteca del Capitolio de Roma, donde podrán rendirle homenaje el mundo del cine y la cultura.

Antonioni será sepultado el jueves, en Ferrara, al norte del país, donde nació el 29 de septiembre de 1912 y donde comenzó su carrera con documentales dedicados a las poblaciones que vivían sobre el río Po, Gente del Po, terminado en 1947.


Antonini


"Desaparece no sólo uno de los mayores directores de cine, sino el maestro de la modernidad", afirmó el alcalde de Roma, Walter Veltroni, reconocido crítico cinematográfico.

La muerte de Antonioni ocurrió el mismo día en el que falleció el gran maestro sueco Ingmar Bergman y deja el cine huérfano de dos de sus principales creadores.

"Eran los intérpretes de esa angustia que afecta el mundo contemporáneo, de los sentimientos del mundo de la posguerra", comentó el histórico de cine italiano, Aldo Tassone.

Su cine, marcado por la obsesión de la imagen y la búsqueda de un lenguaje formal y estético, con escenas largas y lentas, servía en realidad para indagar en el mundo interior de sus personajes, en un espacio enigmático.

Películas como Desierto rojo (1964), Blow up, adaptación de un relato de Julio Cortázar, sobre el inquietante descubrimiento de un delito gracias a una fotografía, y Profesión reportero, marcaron la historia del cine.

"Perdemos a un intelectual brillante y sensible, un gran cineasta, un refinado observador de los males del siglo XX. Con su muerte se cierra un ciclo del cine italiano", declaró el ministro de Cultura, Francesco Rutelli.

"Italia pierde a uno de los grandes protagonistas del cine y de la búsqueda expresiva del siglo XX", escribió por su parte el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano.

"Era el último gigante del cine italiano", comentó el presidente francés Nicolas Sarkozy, mientras el ex ministro de la Cultura de ese país, Jack Lang, elogió al "gran maestro que revolucionó el lenguaje del cine".

Director de unos 20 filmes, recibió numerosos premios en el curso de su carrera, entre ellos el León de Oro de la Mostra de Venecia en 1964 por Desierto Rojo y la Palma de Oro del Festival de Cannes (Francia) en 1967 por Blow up.

Igualmente obtuvo el premio especial del jurado en Cannes en 1982 por Identificación de una mujer y el Oscar de Hollywood en 1995 por el conjunto de su carrera así como el León de Oro a toda una carrera en Venecia en 1997.

Nacido en el seno de una familia burguesa, economista de formación, inició su carrera como crítico cinematográfico, tras lo cual estudió en el Centro Experimental de Cine de Roma, la cuna del cine italiano y del antifascismo.

Brillante intelectual, autor o coautor de la mayoría de sus guiones, sus películas reflejan una mirada muy personal sobre la realidad en la que utilizó el simbolismo visual para acercarse a temas como la alienación, el aburrimiento o el erotismo sin amor.




En los años 60, su estilo se confirmó con una serie de filmes, entre ellos "El eclipse", interpretado por su actriz fetiche, Monica Vitti, también su compañera sentimental por una decena de años. Después de 13 años inmovilizado y privado del habla como consecuencia del derrame cerebral, Antonioni dirigió junto con Wim Wenders "Más allá de las nubes" (1995), película que obtuvo dos premios en el Festival de Venecia de ese año.

Al cumplir 90 años en septiembre del 2002, enfermo, fue homenajeado en Roma por el mundo del cine italiano con una velada especial.

En los últimos años regresó a la dirección ayudado por su esposa para realizar dos filmes: un documental sobre la restauración del Moisés de Miguel Angel en 2004 y un episodio del filme "Eros", presentado en el festival de Venecia ese mismo año.

El episodio fue tan osado que el productor francés tuvo que cortar tres minutos de la escena en la que la protagonista femenina se masturba.

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