México, DF.- Los restos del escritor oaxaqueño Andrés Henestrosa, quien falleció ayer a los 101 años de edad, serán sepultados este sábado en el Panteón Francés de La Piedad, como fue su última voluntad, informó Cibeles Henestrosa, hija del autor.
En entrevista realizada durante el velorio que se realiza en una funeraria ubicada en el Eje 7 Sur Félix Cuevas, en el sur de la ciudad, la hija del poeta dijo que Henestrosa será enterrado junto a los restos de su esposa, Alfa Ríos Pineda, fallecida en 1995.
Visiblemente conmovida, Cibeles comentó que el escritor murió en su casa mientras que ella aguardaba con sus hijas; “ya no nos comentó nada pero había llegado el médico a verlo”, relató.
El autor de “Los hombres que dispersó la danza” será sepultado de acuerdo con los rituales oaxaqueños, que “empiezan no precisamente el día del fallecimiento, sino al día siguiente”, explicó Cibeles Henestrosa.
“Nosotros, como somos oaxaqueños, queremos seguir las costumbres como él nos las transmitió y como siempre quiso que fuera”, abundó.
Cibeles agregó que los restos de su padre se quedarán en la ciudad de México, como siempre lo quiso; “él siempre pidió ser inhumado y no cremado y reposar en el mismo panteón donde está mi madre”.
Sobre los pendientes de Henestrosa, su hija recordó “dejó la paginita que siempre quiso escribir, la paginita que le sobreviviera, la paginita que pasados 100 años alguien pudiera recordar y decir, existió un poeta que se llamó Andrés Henestrosa y aquí está la página que le sobrevive”.
Entre los primeros personajes que llegaron a la funeraria donde es velado el escritor oaxaqueño está el poeta Alí Chumacero, su amigo de toda la vida, quien lamentó que la ausencia del historiador oaxaqueño deja un gran vacío a las letras mexicanas.
Con Andrés Henestrosa, señaló, “se pierde no sólo un gran escritor, sino un gran espíritu, él era por encima de su pluma un hombre capaz de decir siempre: Aquí estoy”.
Chumacero recordó a Henestrosa como un hombre vivo, valiente siempre consigo mismo, que supo vivir y supo escribir lo que vivió y supo hacer de sí mismo lo que fue siempre, “el gran hombre que todos quisimos”.
Al velorio del también ensayista nacido en Ixhuatán, Oaxaca, el 30 de noviembre de 1906, llegaron también la cantante Susana Harp, su editor Miguel Angel Porrúa y la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Teresa Franco.
Esta última, en entrevista, lamentó el deceso del también orador y político de origen zapoteca y recordó que este viernes será motivo de un homenaje de cuerpo presente que se llevará a cabo en el Palacio de Bellas Artes a las 13:00 horas.
Notimex
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