FERNANDO BUTLER. EL ECONOMISTA | El beneficio de la Televisión Digital Terrestre (DTT) es una mayor calidad de audio y video que los usuarios podrán obtener gracias a la señal digital. Asimismo, dicha señal es más eficiente que la analógica dado que, en la misma franja de espectro en donde se ofrece un programa en señal analógica, se pueden ofrecer simultáneamente varios programas de definición estándar, debido al proceso de multicasting, o un solo programa de alta definición.
El apagón analógico en Estados Unidos se origina de un acuerdo del Congreso en 1997, donde las televisoras recibieron espectro gratuito para transmitir señales digitales, comprometiéndose a devolver el espectro utilizado para trasmitir sus señales analógicas cuando 85% de las familias de Estados Unidos recibieran una señal digital.
Parte de las frecuencias de espectro liberadas por las televisoras serán utilizadas para que los ciudadanos se comuniquen con los servicios de seguridad y rescate. Asimismo, otra porción del espectro liberado podrá ser utilizado por las empresas de servicios inalámbricos como telefonía móvil y accesos de banda ancha inalámbrica, estimándose que el gobierno estadounidense obtendrá ingresos por las subastas correspondientes de 19,600 millones de dólares.
Existen costos del apagón analógico. Miles de familias que solo cuentan con televisión analógica se quedarán sin señal, a menos que cuenten con un decodificador de señal analógica a digital.
Para resolver esto, el gobierno de Estados Unidos introdujo un programa para que cualquier hogar estadounidense fuera elegible para recibir hasta dos cupones de 40 dólares que servirían para comprar un decodificador. Los precios de venta de los mismos varían entre 40 y 70 dólares, y no hay cuotas por mantenimiento o servicio.
El presupuesto del programa se terminó en enero, cuando había una lista de espera de 3.7 millones de solicitudes de cupón. Sin embargo, al tomar posesión, el presidente Barack Obama dispuso que 650 millones de dólares de su programa de estímulo fueran destinados a adquirir más decodificadores, y existe un proyecto legislativo para destinar 1,000 millones de dólares de ingresos de las subastas para financiar el programa.
Asimismo, todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han elaborado planes para terminar las señales de televisión analógica.
Sin embargo, cumplir las fechas límite establecidas para el apagón analógico puede ser difícil, debido al alto porcentaje de usuarios que no cuentan con los decodificadores necesarios y a los efectos de la crisis económica.
Por ejemplo, la penetración de la DTT en el 2007 seguía siendo baja en los nueve países de la OCDE, donde la televisión analógica es la más importante plataforma de distribución, y en Francia, donde en el 2005, 62% de los hogares contaba con televisión analógica y solo 11% de los hogares con televisión digital contaba con DTT.
En México, el acelerar la transición a la televisión digital no sólo beneficiará a los consumidores, permitiendo que accedan a video y audio de mayor calidad, y a servicios interactivos de video y datos, que sólo son posibles con tecnología digital, sino que reforzará la competencia entre infraestructuras.
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